Saludo
Elena Reina de Santos
1ºB Ed. InfantilCES Don Bosco
Con mi saludo de hoy quiero ofrecer mi apoyo a todas aquellas personas que actualmente están sufriendo algún tipo de maltrato, tanto psicológico como físico. Para comenzar con el tema he elegido una canción de un grupo de heavy metal “Lujuria” que hace un tiempo editó un disco solidario con tres canciones, una de las cuales aborda la tragedia de la violencia de género. Este disco benéfico fue destinado a una ASOCIACIÓN DE MALOS TRATOS Y VÍCTIMAS DE AGRESIÓN. Ante un gran problema que invade nuestras vidas como son los malos tratos a las mujeres, decidieron actuar y sacar este trabajo, cuyos beneficios fueron destinados a la asociación ADAVASYM. Lo que pretenden con este disco es una labor educativa, piensan que hay muy pocas soluciones, aunque Castilla-La Mancha haya llevado a cabo una ley integral. Todas las soluciones que se dan son a posteriori del problema, tratan de solucionar una cosa que ya ha sucedido. La vida educativa va a llegar a ser mucho más, a la juventud se la puede llegar y se la puede educar con valores tales como que hombres y mujeres somos iguales y que todo esto es un sinsentido y una sinrazón, nadie es dueño de nadie, y mucho menos del amor de nadie.
Noches de vino y de rosas,Ciegan y engañan su corazón.La confunden con mil artimañas,Y sumisa le entrega su amor.El anillo de oro en el dedo,En grilletes se transformó.Donde antes había caricias,Cada día hay un moratón.Y a pesar de los palos,Ella le da su perdón,La maleta que hacia,Jamás la cerró.Tortura diaria,Espinas que nacen en el corazón.Perfecto cobarde,Que pagas con golpes su amor.Siempre la misma amenaza:Si te marchas te mato mi amor,En su vida ya no hay esperanza,La justicia su venda apretó.Cuando al fin cerró la maleta,Un hierro frío quema su sien,Para nadie será tu sonrisa,Suena un disparo, ha sido él.La justicia se vende,Siempre hay un comprador.Cuando hay intereses,Jamás acertó.Tortura diaria,Espinas que nacen en el corazón.Perfecto cobarde,Que pagas con golpes su amor.
Durante este verano ha sido constante la aparición de noticias sobre mujeres maltratadas o asesinadas, tan constante que “casi” hasta nos hemos acostumbrado y esto me asusta ¿cómo podemos “acostumbrarnos” a esa salvajada? Nadie debería ver normal el que salga por televisión una reportera confirmando una nueva agresión, por ejemplo como la del hombre que prendió fuego a su ex mujer cuando esta le llevaba comida a pesar de la orden de alejamiento, o aquel que mato a su esposa a base de cuchilladas. Esto no es más que la punta del iceberg de un gran problema que es la violencia de género. Los asesinatos han sido minoritarios en comparación con las denuncias que las mujeres maltratadas se han atrevido a cursar debido al miedo que les da hacerlas, ya bien sea porque siguen enamoradas de sus maridos o compañeros, o bien porque piensan que todo el mundo se merece una segunda oportunidad. Se ha hecho público que una mujer tarda de siete a diez años en denunciar el maltrato, de entre las cuales las mujeres entre los 30 y 40 años son las que más acuden a la policía, siendo mayoritarias las denuncias en la zona de Levante. No entiendo por qué sigue sin hacerse nada al respecto, por qué esa impunidad hacia el maltratador y la pasividad de la justicia; aunque en estos últimos meses, tras todas las denuncias y la gran cantidad de maltratos que se han llevado a cabo y han salido en la televisión, están empezando a tomar medidas, algo que debían de haber hecho hace mucho tiempo. Lo que pido desde aquí es que la gente se involucre en las cosas y los problemas que actualmente achacan a la sociedad, que se preocupen por las cosas, que ellos no son ajenos al mundo, sino que forman parte de ese mundo y que cualquiera de nuestras compañeras podría llegar a ser víctima de este tipo de abusos. Tenemos que tener en cuenta que todas somos madres, hijas, novias, esposas, compañeras, amigas… todas somos mujeres, y como tales debemos luchar para que la discriminación termine, porque sólo juntas podemos, ya que con la violencia jamás conseguirán nuestro respeto. Ahora dicen que somos los jóvenes los que escandalizamos a la sociedad, por nuestras pintas o actitud, pero sin embargo es la sociedad la que nos escandaliza a nosotros cuando por las mañanas en los periódicos que reparten en la entrada del metro podemos leer todas estas noticias. Por eso tenemos que actuar, levantarnos y luchar contra esto, ya que “si no quieren oírnos despiertos, soñaran con nosotros”, lema de la gira benéfica, que refleja el espíritu de la lucha con el que debemos afrontar esta iniciativa, dando todo nuestro apoyo por evitar futuros maltratos, defendiendo en cualquier lugar la justicia de esta reivindicación, de tal manera que aunque nos ignoren, no quieran oírnos y nos rechacen, acabarán oyéndonos. El arma más poderosa para una lucha es saber que tenemos razón, y respecto a este tema la tenemos, y lucharemos para que nuestras palabras se hagan oír. Lo que necesita nuestra sociedad es mentalizarse y asumir una nueva manera de educación, ya que la libertad del pueblo depende de su educación, de su cultura. Despertemos alguna conciencia y contribuyamos a eliminar esta lacra.
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